viernes, 5 de junio de 2009

Filling the Gap between Economic Growth and Financial Development

(Spanish; English version soon).

La presente crisis económica ha borrado una importante porción de la riqueza mundial. Sin embargo, las naciones en desarrollo en su ruta a la convergencia económica, y la revaluación de los activos financieros, causará un renovada oferta de recursos financieros en búsqueda buenas alternativas de inversión en los próximos decenios. Dicho fenómeno, denominado por Bernanke como “Global Saving Glut”, continuará afectando los flujos financieros, y de bienes y servicios, pudiendo afectar la salud económica de nuevo, a través de creación de burbujas y desajustes en la balanza de pagos en varios países, en el caso de que no se tomen las decisiones adecuadas al respecto.

La raíz de la crisis hipotecaria de Estados Unidos fue la elevada oferta de créditos hipotecarios, con bajos intereses y con pobres políticas de evaluación del riesgo de impago a los usuarios de los créditos. Lo anterior fue posible a partir de un conjunto de fenómenos económicos, de los cuáles cuatro me parece merecen especial atención:

1. El shock tecnológico positivo de las tecnologías basadas en el silicio, incrementó significativamente los niveles de productividad en la economía. Entre sus implicaciones, una muy importante, es que causó que las necesidades de financiamiento de inversión de negocios bajaran al poder crearse más valor agregado con cantidades menores de recursos financieros, liberando recursos para financiar otros sectores económicos, en particular a los hogares de Estados Unidos.

2. El alto grado de apertura, profundidad e incentivos a las innovaciones financieras, hizo del mercado financiero norteamericano el lugar más atractivo para los inversionistas en el mundo. Las alternativas de inversión en esa nación, además de ser amplias, en relación a otros mercados, son líquidas, gozan de protección legal, confianza y transparencia. Por lo que se afianzó como un destino importante de recursos a nivel mundial. Dicha disponibilidad de recursos, benefició a los intermediarios financieros de ese país para recaudar dinero con facilidad y llevarlos a sus ciudadanos a bajo precio, a través de créditos al consumo y a la vivienda.

3. Una política cambiaria errónea de China. Los planeadores económicos de ese país le apostaron a dirigir la enorme cantidad de recursos laborales que se estaban desprendiendo hacia la industrialización para la exportación, donde su piedra angular fue mantener un tipo de cambio devaluado. Lo anterior suprimió la demanda externa, elevó las reservas internacionales a niveles extraordinarios, y se agudizó por las elevadas tasas de ahorro de sus ciudadanos, no sólo por ahorro para fines precautorios por una eventual pérdida del empleo (al fin y al cabo la economía estaba creciendo de manera robusta), perfil demográfico y hábitos de consumo, sino por la ausencia de instrumentos crediticios para financiar la compra de vivienda y de bienes de consumo duradero. Lo anterior causó una enorme cantidad de dólares cuyo único destino podría ser un mercado de deuda soberana (por las recomendaciones en administración de riesgo de reservas para un banco central) lo suficientemente grande. Sólo el mercado de Estados Unidos cumplía dichas características, causando un mercado de deuda muy grande, con sus implicaciones aparentemente benignas en materia de política monetaria y fiscal de Estados Unidos (sustentabilidad de los déficits gemelos); y sus efectos en la oferta de crédito e ingreso disponible del consumidor estadounidense.

4. Pobre desarrollo del sistema financiero. En condiciones de libre mercado, se espera que el crecimiento económico en una nación se vea reflejado en un crecimiento más o menos similar al de su sistema financiero. Sin embargo, no ha sucedido en muchas naciones. Por ejemplo, Venezuela no pudo canalizar de una manera más eficiente sus excedentes de petróleo por su política fiscal expansiva, pobres derechos de propiedad, una legislación laxa en materia de recuperación de colateral en clientes morosos, intervención gubernamental en la banca y elevados niveles de inflación por políticas monetarias inadecuadas; impidiendo una adecuado funcionamiento de sus intermediaros financieros. Lo mismo sucede en otras naciones en diferentes intensidades y con resultados negativos. Afectando no sólo la pérdida de oportunidad para financiar sectores importantes para el bienestar de sus poblaciones como educación, vivienda, negocios, innovaciones tecnológicas, y mejoramiento de las finanzas públicas; sino que, además, limitando las oportunidades de inversión de los agentes económicos con excedentes de recursos financieros, causando mayor sobre carga en sólo unos cuantos sistemas financieros, particularmente en Estados Unidos y de otras naciones desarrolladas.

Al desarrollo asimétrico del sistema financiero en naciones en desarrollo no se la ha prestado atención como causa y solución de la presente crisis financiera. Frente al actual panorama una decisión necesaria y que será automática es la reducción del tamaño del sistema financiero de naciones habitualmente “tragonas” de los ahorros mundiales (Estados unidos, España, Irlanda, Islandia, etc.); sin embargo, la enorme oferta de recursos continuarán ahí, por lo que será necesario mejorar y aumentar armónicamente los sistemas financieros en naciones con elevado potencial de desarrollo (China, India, Argentina, México, etc.). Los incentivos son claros, a través de un desarrollo armónico entre la economía real y el sistema financiero, el crecimiento económico es sostenible, duradero y beneficia el bienestar de sus sociedades .

La forma que tome en cada uno de los países los sistemas financieros determinará el éxito de sus resultados. En éste aspecto el Fondo Monetario Internacional y otras autoridades financieras globales, deberá encargarse de dar las pautas de cómo podría desarrollar cada país su sistema. Sin embargo, los principios generales deben estar encaminadas a : Incentivar la competencia en los servicios financieros, mejorar el marco legal para recuperar el colateral en caso de incumplimiento, incentivar el uso del mercado accionario por la iniciativa privada como canal de financiamiento, alentar el uso de los fondos del ahorro para el retiro privado para la inversión en otros instrumentos financieros, fomentar la creación de un mercado de información para valorar los instrumentos financieros, balancear las finanzas públicas, fomentar una cultura financiera en la población y mejorar la estructura de arreglos de banca rota.

En los países que tuvieron problemas en su sistema financiero las medidas están claras; más regulación, más transparencia, menos intermediaros financieros no bancarias, cambio en los incentivos para evitar la recurrencia del “riesgo moral” por los antecedentes creados en ésta recesión, entre otros. Pero aquellos países que se mantuvieron inmunes, es necesario que jueguen un rol más activo en reducir los riesgos sistemáticos, balancear los desequilibrios globales, y haciéndolo de ésta manera, fomentar el crecimiento endógeno.

1 comentario:

Juan Ramon Hernandez dijo...

Np me queda claro que el mayor desarrollo de los mercados financieros se pueda traducir en un factor que compense los desequilibrios globales. Un ejemplo podría ser Brasil. Brasil comparte con China su riqueza en recursos naturales y su mano de obra barata. Difiere en que tiene un desarrollo financiero (relativo) mayor y en que tiene un tipo de cambio flotante.

Dicho mayor desarrollo financiero podría significar que los ahorros se canalizan mejor que en China, y que de hecho hay incentivos a generar ahorro interno positivo entre los individuos, hay que notar que en cualquier caso, Brasil sigue atrayendo (y dependiendo) de los flujos de capital externo, en resumen, necesita seguir importando ahorro.

Una forma en la que China podría corregir su exceso de ahorro interno debiera ser que el desarrollo del mercado financiero permita que mercados hasta ahora inexistentes exploten, tal sería el caso del mercado inmobiliario privado o de automóviles a plazos medianos.

Algo similar a lo que sucedió en los ´ltimos 10 años en México, las tasas de interés bajas generaron oportunidades de consumo de largo y mediano plazo. Notar que el grado de desarrollo del mercado financiero en México no es necesariamente mucho mayor que el de China.

La clave está en la estructura de las tasas de interés de corto y largo plazo. Creo que la política de Tipo de Cambio China es la que genera todas las distorsiones, entre ellas que las tasas de largo plazo en China no permitan un boom de consumo de bienes duraderos. A reserva de observar los datos claro...