El fenómeno conocido como “El Niño” está impactando la actividad agropecuaria del país.
La primavera fue más húmeda de lo usual. Así, la actividad pecuaria y agrícola en términos netos se benefició.
No obstante, para el desarrollo de la caña de azúcar del país, el verano ha sido inusualmente seco. Las lluvias en julio y agosto, cuando se dan importantes ganancias en peso en el cultivo, fueron muy bajas, después de una muy favorable primavera (gráfica 1). En esos meses llovió 32.8 y 28.8 por ciento menos respectivamente en relación a la media histórica en las cuencas productoras de caña de azúcar del país.
Lo anterior se combinará con la recuperación menor a lo esperado, muy lenta, que está teniendo los precios de venta del azúcar (gráfica 2), lo cual se podría traducir en una menor inversión de campo durante verano. Por la erosión en los retornos esperados de los agricultores.
Así, respecto a las expectativas de inicios de año, durante la zafra pasada, la expectativa de mayor producción para la próxima zafra se está viendo afectada por estas fuerzas de resistencias para una mejoría del rendimiento por hectárea.